El avance de nuestra civilización en los últimos siglos ha sido sencillamente espectacular, y solo hay que ver la propia esperanza de vida de la que antes gozábamos, y la que tenemos ahora, para entenderlo. Gracias a las mejoras en las condiciones de vida, laborales y económicas en prácticamente todo el mundo, el ser humano se ha ido expandiendo hasta el punto de que ya hemos sobrepasado los 7.000 millones de personas en el planeta, un número que hace apenas un siglo llegaba solo a la mitad. ¿Puede soportar la Tierra semejante expansión? Teniendo en cuenta que vivimos en un planeta enorme, pero de recursos limitados y que además esos recursos cada vez se encuentran en menos manos, es complicado ver hacia dónde va el futuro. Muchos son los que no dudan en afirmar que estamos en un punto de no retorno, y que de aquí a poco tiempo, la Humanidad sufrirá una gran debacle que la hará desaparecer casi por completo.
Podría haber ocurrido con el coronavirus, pero por fortunas han sido solo unos pocos millones de personas las que han fallecido por culpa de esta pandemia, que sin duda nos ha abierto los ojos ante la situación que vivamos. La Tierra tal vez no pueda soportar a tanto humano durante mucho más tiempo, pero ¿qué se puede hacer para evitarlo? Hay teóricos que apuntan a una especie de conspiración mundial por parte de grandes magnates que son el verdadero poder en la sombra, y que están buscando limitar a toda costa la vida sobre el planeta, con un plan malévolo de eugenesia y genocidio a nivel mundial sin precedentes. Lo llaman el Nuevo Orden Mundial, y hay mucha conspiración en torno a ello. Como la hay en torno a las Piedras de Georgia, que pueden ser perfectamente los mandamientos de ese nuevo mundo que está por venir.
El origen de estas piedras
En el año 1979, un hombre con el seudónimo de R.C. Cristian mandó colocar una estructura de seis losas, convertidas en un conjunto de seis metros de altura y 100 toneladas de peso en total, con unas inscripciones en ocho idiomas modernos. El monumento se ubicó en el condado de Elbert, en el estado de Georgia, Estados Unidos, de ahí que se las conozca como Las Piedras de Georgia. El tal Cristian pagó de su bolsillo el monumento, su construcción y su colocación, incluso comprando el propio terreno donde deberían ubicarse las gigantes losas de granito. Después de pagarlo todo al contado, nada más se ha sabido de él, y el misterio sobre su identidad jamás se ha desvelado.
El mensaje tallado
La colocación de esas piedras en este lugar no es casual, como veremos después, pero tampoco se trata de simples losas de granito con una altura determinada. Lo que podría parecer una especie de menhir moderno, como los que se encuentran en Stonehenge, por ejemplo, pasa a ser un monumento con un mensaje claro, tallado en estas losas gigantescas en ocho idiomas diferentes, para que la mayoría de la población mundial lo pueda entender. Esos idiomas son inglés, árabe, español, hebreo, chino antiguo, hindi, ruso y suahelí. Además, en lengua antigua, en la parte superior, se encuentra la inscripción: Que Estos Sean Los Principios De Una Edad De La Razón, todo ello en lengua cuneiforme, jeroglíficos egipcios, griego clásico y sánscrito.
Los principios a los que alude esa frase son los que han marcado el propio mensaje del monumento, que ha sido traducido desde el inglés original al resto de lenguas de una manera bastante exacta. Es el siguiente:
“Mantener a la humanidad por debajo de 500,000,000 en perpetuo equilibrio con la naturaleza.
Guiar sabiamente la reproducción, mejorando la idoneidad y la diversidad.
Unir a la humanidad con una nueva lengua viva o idioma.
Guíar la pasión, la fé, la tradición y todas las cosas con la razón sosegada o despejada.
Proteger a los pueblos y a las naciones con leyes y tribunales justos.
Dejar a todas las naciones gobernarse internamente, resolviendo las disputas externas en una corte mundial.
Evitar leyes mezquinas y funcionarios inútiles.
Equilibrar los derechos personales con los deberes sociales.
Valorar la verdad, la belleza y el amor buscando la armonía con el infinito.
No ser el cáncer de la Tierra. Dejar en paz a la naturaleza”
Obviamente, hay ciertos aspectos dentro de ese mensaje que son polémicos, como el tema del Tribunal de corte Mundial, para dirimir disputas, o el único idioma oficial, algo que muchos ven como un globalismo extremo. De la misma forma, la primera línea es la más polémica de todas, ya que asegura que la población debe mantenerse por debajo de los 500 millones de personas, algo que desde luego está muy lejos en estos momentos.
La Piedra Guía
Aunque el mensaje queda meridianamente claro ya en lo expuesto en las piedras, y por ello estuvo escrito en ocho idiomas modernos distintos, parece que el creador de todo este monumento prefirió explicarlo un poco mejor a través de una Piedra Guía, ubicada a tan solo cuatro metros de las demás, para detallar algunas anécdotas sobre la misma. Por si alguien no conoce la historia, la primera inscripción de esta losa “informativa” describe el monumento como Piedras de Georgia, levantadas el 22 de marzo de 1980. Se detallan así mismo los idiomas que aparecen en las grandes losas, y también su función astronómica, ya que ni la elección del lugar ni la de la propia forma son casuales. En el equinoccio y el solsticio, desde una posición determinada, se puede ver la salida del sol y la estrella polar de noche.
Un punto de encuentro para los turistas
Las piedras están ubicadas en el punto más alto de todo el condado de Elbert, en Georgia, un sitio muy especial que además sirve para que se vean desde lejos, ya que no hay nada construido a su alrededor. Esto ha permito que las piedras sirvan no solo como lugar turístico de la zona, que también, sino incluso como punto de encuentro para los turistas que están por la región y quieren ubicarse. Siempre a la vista de todos en los alrededores, las piedras son uno de los monumentos más llamativos de este estado norteamericano. Sus “reglas” para el nuevo mundo, basadas en la razón templada y en la retención de la pasión y el sentimentalismo, siguen siendo objeto de debate entre los expertos, mientras que miles de visitantes pasan cada año por estas piedras para leer su extraño mensaje.